miércoles, 26 de marzo de 2014

Y entonces aparecistes tú...

De la nada, sin comerlo ni beberlo... De un día para otro. En esa red social que ya apenas utilizamos... En aquel estado de ese amigo que tenemos en común... Ahí, fue ahí cuando te hable por primera vez. Pasarón los días... Las semanas... Los meses... Quedamos. Fue la primera vez que vi esa hermosa sonrisa que me ato a ella desde el primer momento. Estaba ahí, tan resplandeciente... Tan bella... Escondida detras de su amiga, porque le daba vergüenza. Yo no podia parar de sonreir... ¿Como no sonreír ante tal dama? Aquella que me había escuchado desde el primer momento... La que me hacia (y me hace) olvidar todo lo que me rodea... La que hace que suba al cielo, sin despegarme del suelo... La que me saca sonrisas hasta en los momentos más duros... La que hace que escuche su nombre cada vez que sopla el viento. 
Dimos un paseo por San Vicente, cuando de repente, empezo a sonar "Si vas" de Rayden, en mi auricular... Lo puse en voz alta, y ella la conocia también... Le encantaba esa canción... Entonces, esa paso a ser nuestra canción. 
Más tarde, sentados en unas escaleras, ya no pude aguantar más, y la abrace. Fue sin duda el mejor abrazo que he recibido nunca... Fue un momento mágico. Luego tuve que marcharme... Pero la cosa no se quedo ahí... Luego nos pasamos toda la noche hablando, y a partir de ahí, toda mi vida dio un giro inesperado.

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